viernes, 29 de abril de 2011

La PIRatERÍa DE Los sEREs NatuRaLEs Y Los saBEREs aNCEstRaLEs


Las cosmovisiones de los pueblos indígenas u originarios se caracterizan por  buscar la armonía entre los seres humanos  y los demás seres vivos que existen en la naturaleza. Los pueblos y comunidades originarias o indígenas de Oaxaca, México y el Mundo, han conservado a través del uso cotidiano  y la tradición oral, saberes ancestrales relacionados muchos de ellos con el uso de los seres naturales que se encuentran  en sus territorios.


Los saberes ancestrales (técnicas agrícolas, toponimias, medicina tradicional, sistemas normativos, formas de organización, etc.) integran todos los aspectos de la realidad, no se separan en materias (sociología, matemáticas, geografía,  arquitectura, biología, filosofía, política, medicina, etc.) como en el pensamiento occidental y les han proporcionado a los habitantes de los pueblos originarios la información  suficiente para sobrevivir en las distintas circunstancias en que se encuentran.

La relación que se ha establecido entre los pueblos originarios y los territorios que los cobijan, es la que ha generado los saberes que han acumulado. Podemos decir entonces que el territorio es la base fundamental  para la formación de una cultura. En el caso de Mesoamérica, las características de este territorio fueron las que provocaron que las mujeres y hombres antiguos desarrollaran el cultivo y el consumo del maíz y otras plantas, que finalmente determinaron las civilizaciones que aquí  se establecieron (zapoteca, mixteca, mixe, chinanteca, chatina, etc.) y de las que somos herederos las y los oaxaqueños y mexicanos. 



La acumulación durante miles de años de saberes tradicionales relacionados ha tenido durante la mayor parte de ese tiempo la finalidad de sobrevivir; pero desde la época de la invasión española y posteriormente con la conformación del Estado mexicano, se ha dado otro tipo de importancia a esos saberes y seres.

Desde las cosmovisiones indígenas ninguna persona humana podría disponer a su antojo de los otros seres naturales, materiales o espirituales (animales, vegetales, hongos, microbios, virus, minerales y otros); por ejemplo, la tradición dice que cuando una persona tiene necesidad de utilizar la madera de un árbol, primero debe existir una necesidad y para satisfacerla, se debe hacer un rito para pedir permiso al dueño del lugar. La práctica de estos rituales es sinónimo de vigencia del pensamiento indígena.


 Los saberes ancestrales han sido desarrollados por muchas generaciones humanas que han compartido características comunes. La interacción con el medio circundante, el territorio, es lo que ha provocado la generación de esos saberes, que han sido a su vez las bases de la construcción de las civilizaciones prehispá-nicas en América.

Es entonces la resistencia, existencia y vigencia de esas civilizaciones o pueblos, lo que ha garantizado la supervivencia de esos saberes, que no están guardados en bibliotecas, sino son practicados de manera cotidiana, muchas veces sin tener conciencia de su importancia; pero son transmitidos de forma oral de generación en generación. 

Son entonces los pueblos los que han producido los saberes tradicionales que existen actualmente en esos territorios. Si los pueblos han sido los generadores de esos saberes, entonces es suyo ese patrimonio.
Lo mas importante para las culturas occidentales (europeas o norteamericana),  ha sido convertir estos seres y saberes en mercancías para poderlos comercializar con fines de lucro; ya sea con la autorización o sin la autorización de quienes los hicieron posibles (de los saberes ancestrales), o descubrieron su utilidad (de los seres naturales).

Al utilizar a los saberes ancestrales y los seres naturales como mercancías, se está pervirtiendo el sentido original de los mismos.Hay dos mecanismos para piratear los seres y saberes, el primero es el robo descarado, que ha sido practicado desde la llegada de invasores a tierras de pueblos originarios, el segundo, es convertirlos en mercancía, en objetos de los que alguien sea propietario, ya sea un individuo o un colectivo (mientras mas pequeño mejor), para de esta manera poderlos comprar y vender legalmente. 




En el caso de los saberes ancestrales, los modernizadores occidentales han impulsado la propiedad intelectual y el patentamiento, como mecanismos para apropiarse de ellos legalmente, promoviendo en muchos casos que individuos, o comunidades, se conviertan en los propietarios formales de la propiedad intelectual de los saberes (medicina tradicional, artesanías), o de la patente sobre seres o procesos que tienen su origen en la práctica milenaria de los pueblos originarios.


Disponible en: 
GONZÁLES, RojasAldo (2009)."La piratería de los seres naturales y los saberes ancestrales".  Los problemas del desarrollo una mirada desde Oaxaca. El Topil. Nueva epoca No. 5. Boletín bimestral de análisis y reflexión. Servicios para  una educación alternativa A. C.  pp.7-10

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